XXXVI

El tesoro del estado
feliz de tu condición,
que en la misma Creación
divina te fue donado,
se goza en tu corazón.

No puede ofrendarse a aquel
que, negándolo, percibes
como amenaza, si vives
mirando la muerte en él
y el amor ni lo concibes.

Solamente lo compartes,
y lo haces tuyo en verdad,
si ves su divinidad,
sin que lo humano descartes,
con entera libertad.

Lao Tsé

No hay comentarios:

Publicar un comentario