LII

La Madre es el origen de todo el Infinito
y aquel que la conoce conocerá a sus vástagos
y esto le hará ser dueño feliz de su destino.

Si sabes protegerte,
serás siempre el bebé
fortalecido que
no derrota la muerte.

Pero si estás desnudo
sin armas ni razones,
morirás, pues te expones
al mundo sin escudo.

Abraza la brevedad
con tino y clarividencia
y será tuya la ciencia
de toda la Eternidad.

La dulzura
torna al alma fuerte, dura,
firme y sabia,
y derrota a quien la agravia.

Usa el poder de la luz
para que vaya contigo
como si fuera un amigo
sin convertirla en tu cruz.

Lao Tsé

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