IV

El Tao es la cantimplora
que alberga todos los ríos,
padre de los albedríos
y la esencia creadora.

El Tao marca el lunar
de todo el refinamiento,
y no existe ocultamiento
que no pueda desvelar.

Armoniza en su virtud
todo un mar de cualidades,
confirma las libertades
y devuelve la salud.

Nunca puede perecer
ni tiene base o reposa,
y no existe dios ni diosa
que no le deba su ser.

Lao Tsé

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